Danza con hilos, marioneta, sin pensar,
por los principios de una era ya ancestral;
tonto en cadena... que lograrás
ser otra piedra que aumente, impotente,
viejas murallas inertes.
Sobra decirlo: todo esto acabará.

Caerán, piedra a piedra, rendidas.
Quedará despejada la vida.
Y así se abrirá
una ventana en el cielo.

Volverán las campanas sublimes
a sonar con su canto invencible;
no son la espera, son el actuar.
Rompe los hilos y luego, ¡lo sabrás!

Nacerás, hombre nuevo, al sentirlo.
Marcharás, descubriendo el destino.
Así podrás unir a voz y al fin
sentirte... canto sublime.

Lo veré,
lo verás,
las murallas caerán.
Y lo haré, (y lo haré)
y lo harás,
piedra a piedra así será.
Lo veré,
lo verás,
las murallas caerán.
Lo sabré, (lo sabré)
lo sabrás,
todo, todo, cambiará.

Un ojo de plata llora estrellas
sobre los cuerpos sublimes
de campanas celestes;
ocultan allí su canto
hombres alados
de tierras inertes.
Mientras sobreviven
a orillas
de una antigua inocencia.

Danza con hilos, marioneta, sin pensar,
por los principios de una era ya ancestral;
tonto en cadena... que lograrás
ser otra piedra que aumente, impotente,
viejas murallas inertes.
Sobra decirlo: todo esto acabará.

Y serás hombre nuevo al sentirlo.
Marcharás, descubriendo el destino.
Así podrás unir a voz y al fin
sentirte... canto sublime.

Lo veré,
lo verás,
las murallas caerán.
Y lo haré, (y lo haré)
y lo harás,
piedra a piedra así será.
Lo veré,
lo verás,
las murallas caerán.
Lo sabré, (lo sabré)
lo sabrás,
todo, todo, cambiará.