Te pasas la vida diciendo
que no aguantas más,
que todo te aburre,
sin darte una oportunidad,
sintiéndote un perdedor,
antes de comenzar;
y nunca haces nada,
tan sólo sabes esperar,
te quedas en casa,
huyendo de la realidad,
perdido en tu habitación,
buscando la soledad.
Deja de esperar
que llegue un golpe de suerte
y échale valor,
mirando al mundo de frente;
confiesa equivocarte,
camina, defiéndete,
no entregues tu corazón,
a manos del vecino.
Deja de intentar
cambiar al mundo de sitio,
la necesidad
nunca concede caprichos;
que nadie te va a ayudar,
despierta y empieza a andar,
si quieres sobrevivir.
Empieza a ser tú mismo.